Bien, pues aunque yo era un poco reacio a eso de comprarme un disfraz, finalmente pasé por el aro (todo el mundo se iba a drisfrazar menos yo). Así que el sábado me compré un disfraz de cirujano (curiosamente, la mayoría de los disfrazes no eran para dar miedo). Aquí los americanos no iban muy disfrados, nosostros eramos unos treinta y tantos o más disfrazados por la calle y cantando el Asturias patria querida.
Inicialmente la fiesta se celebró en un edificio de apartamentos (los Harbor Steps). Allí fue donde se alcanzó la mayor tasa de alcohol en sangre. Después salimos a un par de garitos (en el primero nos dejaron entrar gratis por la fiesta que veníamos montando).
Yo me había armado con un edding cortesía de Boeing intentando rememorar una personalización de camisetas que hicimos en mi pueblo. La cosa se desmadró un poquito jejeje.
Por último decir que lo realmente sorprendente fue el martes (el verdadero día de Halloween). La gente venía disfrazada al curro. Una de las cajeras del comedoriba con la cara pintada como una calavera y el cuerpo como una peli porno de esas de moteros con cuero (¿existe ese género?). También sorprendente una maqueta del A380 en el Atrium de Boeing. Hecha con una caja de cartón abierta por arriba de la que salían un montón de cables sueltos, en plan como si fuese muy cutre y como no, el piloto... francés.
Besitos
Halloween
jueves, noviembre 02, 2006
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